LA ACRÓPOLIS DE ATENAS

Hoy salimos de viaje a Grecia para conocer el símbolo, el icono de la que fue una de las ciudades más importantes del mundo antiguo: la Acrópolis de Atenas.

Grecia es una mina de oro, tanto para viajeros como para historiadores. La historia antigua de nuestro continente, y de gran parte del mundo, tiene uno de sus epicentros aquí, en este pequeña península del Mediterráneo. Por eso, hoy he querido profundizar más en el símbolo, en el máximo representante de esta cultura y este país: la Acrópolis de Atenas.

Cualquiera que haya visitado varios, sabrá que el recinto arqueológico de la Acrópolis es uno de los más impresionantes del mundo, por su ubicación, conservación y por lo que representa. Hoy voy a intentar acercaros un poco más a este icónico lugar. No solo para aprender más sobre su historia, sino también de lo que nos ofrece como viajeros.

Vamos a ello.

Un poco de historia de la Acrópolis

La Acrópolis, que en griego antiguo significa «ciudad alta», ha sido el símbolo de la ciudad de Atenas desde tiempos inmemoriales. Situada en una colina de 156 metros de altura, este conjunto de edificaciones sagradas y monumentales fue construido durante el siglo V a.C., en la época dorada de la democracia ateniense y bajo el liderazgo de Pericles.

El Partenón, la obra cumbre de la Acrópolis, y por el que más se conoce este recinto, es sin duda uno de los templos más famosos del mundo antiguo. Dedicado a la diosa Atenea, protectora de la ciudad, este templo deslumbra con sus columnas dóricas y su refinado diseño. Aunque ha sufrido varias destrucciones y saqueos a lo largo de los siglos, sigue siendo un poderoso recordatorio del arte y la cultura clásicos.

Para que os hagáis una idea, en 1687, durante el sitio de Atenas por parte de las fuerzas venecianas, el Partenón sufrió un golpe devastador cuando un cañón enemigo impactó en el templo, que estaba siendo utilizado por los otomanos. La explosión resultante destruyó gran parte del Partenón y dejó al monumento en ruinas. A pesar de esto, la Acrópolis continuó siendo un lugar de interés y admiración. En el siglo XIX, el arqueólogo francés Charles Ernest Beulé descubrió la entrada original al Propileo, lo que condujo a una nueva era de excavaciones y restauraciones.

Otros edificios que componen la Acrópolis son el Erecteión, un templo en honor a Atenea y Poseidón, famoso por su Pórtico de las Cariátides. También el Templo de Atenea Niké, un pequeño pero encantador templo jónico que representa la victoria. Además, la Acrópolis es también el hogar del Propileo, una imponente entrada monumental que nos da la bienvenida a este mundo sagrado.

Pero no todo es sobre templos y monumentos; la Acrópolis es también un lugar lleno de historias, mitos y leyendas. Aquí, se dice que Teseo libró a Atenas del tributo anual al rey Minos de Creta, matando al Minotauro en el laberinto de Cnosos. También fue aquí donde la diosa Atenea derrotó a Poseidón en un concurso por la tutela de la ciudad. Atenea les regaló a los atenienses el valioso olivo y quedando esta como custodia de Atenas.

Visitar la Acrópolis de Atenas

Situados algunos puntos importantes sobre su historia que hacía falta entender, veamos cómo visitar este recinto en el contexto de un viaje a Grecia.

Lo primero que tener en cuenta es que Atenas es una ciudad con una gran cantidad de tesoros históricos y culturales. Por ello, os recomiendo dedicar al menos dos días a la capital griega (mejor tres, para ir con calma). Eso os permitirá visitar no sólo la Acrópolis, sino también el Ágora, el Templo de Zeus Olímpico, el barrio de Plaka y el Museo de la Acrópolis, entre otros lugares.

Para aprovechar al máximo vuestra visita a la Acrópolis, os sugiero comenzar temprano en la mañana para evitar las multitudes y, sobre todo, el calor del Atenas en verano. Asegúraros de llevar calzado cómodo, ya que las superficies pueden ser resbaladizas, y esto no es broma. La piedra pulida del camino que lleva a la Acrópolis, si llueve, es una pista de patinaje.

Vista de la Acrópolis

La entrada a la Acrópolis cuesta alrededor de 20 euros. Pero si queréis visitar otros recintos arqueológicos en Atenas, os recomiendo adquirir la entrada combinada, que incluye el acceso al resto de lugares importantes y cuesta unos 30 euros.

Una vez en la Acrópolis, tomaros vuestro tiempo para explorar cada rincón y apreciar los detalles arquitectónicos y escultóricos. Disfrutad, es mi mejor consejo. Si queréis profundizar en la historia y el simbolismo de la Acrópolis, podéis contratar un guía turístico oficial o uniros a un grupo de visita guiada.

Después de tu visita, pasad por el Museo de la Acrópolis, donde podréis admirar esculturas y objetos originales de la Acrópolis. Además, para terminar el día, estaréis justo al lado del barrio de Plaka, donde podreis disfrutar de una auténtica comida griega en una taberna local mientras contemplas la Acrópolis iluminada en la distancia.

En resumen, la Acrópolis de Atenas es un destino imprescindible en cualquier viaje a Grecia. Con su rica historia, arquitectura asombrosa y los mitos que la rodean, este recinto arqueológico os transportará al corazón de la antigua Grecia. Una de las mejores experiencias que recuerdo.

Si estáis pensando en hacer un viaje a Grecia, podéis contactarme y os lo organizaré encantado! 🙂

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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