GJIROKASTER, LA CIUDAD DE PIEDRA

Hoy nos vamos de viaje a Albania para conocer una de las joyas que guarda en su interior: Gjirokaster.

Los dos últimos años he vivido, sin duda, la explosión de Albania como destino turístico. De ser un país de nicho dentro de Europa por el que solo nos preguntaban 4 o 5 personas al año, a que recibas varias peticiones de viaje cada semana. Mucha gente este año se quiere aventurar en este pequeño país mediterráneo. Y es que los motivos no son pocos: montaña, cultura, historia y, sobre todo, la Riviera albanesa. Todos estos elementos han hecho que Albania se haya transformado en uno de los principales destinos turísticos de este verano (y el anterior).

Hoy nos vamos de viaje a Albania para conocer una de las joyas que guarda en su interior. Una ciudad que nos transporta en el tiempo, para conocer una de las etapas más fascinantes de este territorio: la ciudad de Gjirokaster.

Para mí, se trata de una de las ciudades con más encanto y, sobre todo, con más historia del país. Al ser un paso natural entre diferentes territorios, como ahora veremos, muchas civilizaciones han dejado aquí su huella. Por ello, y como siempre, empecemos por el principio:

Historia de Gjirokaster

Desde romanos, bizantinos, hasta los otomanos y, más recientemente, la huella comunista, todas la etapas de la historia de Gjirokaster han dejado una imprenta en la ciudad. Por ello, es uno de los lugares donde mejor entender la rica, variada y diversa historia Albanesa.

Si nos remontamos al principio de todo, este territorio ha estado habitado desde la prehistoria. Sin embargo, la historia documentada de la ciudad comienza con los ilirios, una antigua civilización de los Balcanes que floreció aquí en el tercer siglo antes de Cristo. Ya durante la época romana, Gjirokaster se convirtió en una ciudad importante en la ruta que conectaba la costa adriática con Ioánnina, creciendo sobre todo por su importancia comercial. Más tardes, tras la caída del Imperio Romano, la ciudad se convirtió en un centro estratégico durante el Imperio Bizantino, donde fue conocida como Argyrókastron.

Gjirokaster, Albania

El verdadero renacimiento de Gjirokaster, sin embargo, comenzó con la llegada del Imperio Otomano. Desde finales del siglo XIV hasta principios del XX, los otomanos reinaron en Gjirokaster y durante este tiempo la ciudad se desarrolló en la forma en que la vemos hoy. Las casas de piedra y con sus tejados puntiagudos, fueron construidas en esta época, así como también la fortaleza de Gjirokaster, la cual sigue siendo uno de los principales atractivos de la ciudad.

La influencia otomana es evidente en todos los aspectos de la ciudad, y de hecho es uno de los principales motivos de su visita. Desde su arquitectura hasta su cultura y gastronomía. Aun así, la ciudad nunca perdió su identidad albanesa y siempre mantuvo una resistencia feroz contra sus gobernantes otomanos.

Si seguimos avanzando, a principios del siglo XX, Gjirokaster jugó un papel clave en el despertar nacional albanés. Fue el lugar de nacimiento del líder de la independencia albanesa, Ismail Qemali, y durante la Segunda Guerra Mundial, fue un centro de resistencia contra la ocupación italiana y alemana.

Después de la guerra, ya bajo el régimen comunista, la ciudad también tuvo el resto de cambios importantes que experimentó el país. El dictador Enver Hoxha, nativo de Gjirokaster, hizo de la ciudad un museo, lo que protegió su patrimonio arquitectónico (algo positivo), pero también, como otras zonas del país, fue un lugar donde se sufrió la represión del régimen.

Con la caída del comunismo en el 1991, Gjirokaster experimentó un período de transición importante, de nuevo, igual que el resto del país. Sin embargo, en los últimos años , la ciudad ha logrado reinventarse como un destino turístico y cultural, manteniendo su patrimonio y promoviendo su identidad única.

Ahora bien, además de por su historia, que podemos / debemos visitar aquí.

Qué ver en Gjirokaster

Como en todos los lugares, hay una lista de must que tenéis que tener en cuenta si, en vuestro a viaje a Albania, queréis vistiar Gjirokaster:

El Castillo de Gjirokaster:

Dominando la ciudad desde su colina, el castillo de Gjirokaster es un lugar imprescindible para cualquier viajero. El castillo, que data del siglo XII, ha sido modificado y ampliado varias veces, especialmente durante el período otomano. En su interior podréis visitar, además, un museo de armas, una prisión, una iglesia, y una impresionante vista panorámica de la ciudad y del valle del río Drino.

Castillo de Gjirokaster

La Ciudad Vieja:

Como siempre, una de las tareas más importantes que tenéis es la de perderos. Por ello, no dejéis de pasear por las calles empedradas de la Ciudad Vieja para sumergiros en la historia y la arquitectura de Gjirokaster. Ñas casas de piedra con sus característicos tejados grises y ventanas de madera… Además, si queréis visitar alguna de las casas de época, podéis visitar la Casa Zekate y la Casa Skenduli, dos de las casas otomanas mejor conservadas que ahora funcionan como museos.

El Bazar:

Otro de los lugares más míticos de la ciudad. En el corazón de Gjirokaster se encuentra el Bazar, una animada zona de tiendas y restaurantes que ha sido el centro comercial de la ciudad durante siglos. Aquí puedes comprar artesanías locales, joyería tradicional y probar la gastronomía albanesa, y también sentir el pulso de la ciudad, que en los mercados siempre es más marcado 🙂

Bazar de Gjirokaster

La Mezquita de Gjirokaster:

Situada cerca del Bazar, esta mezquita del siglo XVIII es un ejemplo perfecto de la arquitectura islámica otomana. No olvides quitarte los zapatos antes de entrar.

Y por supuesto, tampoco nos podemos olvidar de los museos:

Museo Etnográfico:

Este museo se encuentra en la casa natal del ex dictador Enver Hoxha. Ofrece una visión detallada de la vida tradicional albanesa y de la arquitectura de las casas otomanas.

Museo de la Guerra de Liberación Nacional:

Ubicado en el antiguo cuartel del ejército en la Ciudadela, este museo nos habla la lucha de Albania por la independencia durante la Segunda Guerra Mundial.

Con todos estos lugares, y después de haber aprendido más sobre su historia, es fácil entender por qué esta «Ciudad de Piedra» ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de un rincón único en Albania. Nos ofrece un viaje en el tiempo y una mirada auténtica a la herencia otomana del país, mezclada con el indomable espíritu albanés.

Como siempre, espero que os haya gustado. Si os ha resultado útil o creéis que le puede servir a alguien, podéis compartirlo con vuestros amigos. ¡También, os animo a que os paséis por el podcast de Objetivo Horizonte, para escuchar alguno de los viajes en los nos aventuramos!

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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