LA ISLA DE GOREA, SENEGAL

«Hoy salimos de viaje a Senegal para conocer un lugar muy pintoresco y, a la vez, con un pasado que mancha la historia de nuestra especia: la isla de Gorea»

Siempre he pensado que la historia de la humanidad es increíble. Somos capaces de cosas maravillosas: desde la construcción de las pirámides hasta la llegada del hombre a la Luna. Toda nuestra historia está llena de logros y avances espectaculares.

Desgraciadamente, a veces, también ha sido todo lo contrario. En nuestra larga historia también encontramos manchas, puntos negros en los que, sin lugar a duda, salió lo peor de nosotros. Hoy vengo a hablaros de uno de esos puntos negros: el de la esclavitud.

Para ello, un día más, salimos de viaje, a Senegal, y a tan solo 3 kilómetros de las costas de su capital, Dakar, para conocer la singular Isla de Gorea.

Historia de la isla y la esclavitud

Para conocer la historia de este lugar, primero tenemos que ponernos en contexto. Tenemos que retroceder hasta un periodo muy concreto, el que comprende desde el 1536, cuando se construyó la primera casa de los esclavos (momento en el que la isla estaba bajo control portugués), hasta 1848, año en que el Francia, que por entonces controlaba la isla, abolió la esclavitud.

Fue durante estos 300 años que la Isla de Gorea se convirtió en uno de los mercados de esclavos más importantes de las costas africanas. Se calculan que podrían haber pasado hasta 20 millones de personas. Cabe destacar que, durante todo este tiempo, varias potencias europeas estuvieron compitiendo por dominar este comercio. Concretamente Portugal, Países Bajos, Inglaterra y, como hemos visto, también Francia. Está última quien tomo el control de la misma hasta la independencia de Senegal, ya en el siglo XX.

Visitar la Isla de Gorea

Hoy, por supuesto, y afortunadamente, todo esto ha pasado a la historia. Sin embargo, la visita de la Isla de Gorea sigue teniendo un fuerte atractivo para los viajeros, sobre todo por sus contrastes. Me explicaré.

Dentro del entorno tropical de la capital de Senegal, y a tan solo 3 kilómetros de su centro lleno de rascacielos, Gorea se presenta como un pequeño y tranquilo enclave. Por un lado, en sus calles, vamos a encontrar una gran comunidad de artistas. Tanto en sus talleres de pintura y escultura, todo en el contexto de sus pintorescos edificios de colores. Y por supuesto, también es posible disfrutar tanto de sus playas como de su gastronomía local en alguno de sus restaurantes.

Bien, pues como os comentaba al principio, todo esto contrasta con la que acostumbra a ser la visita principal de la isla, la llamada Casa de los Esclavos. En francés, la Maisón des Esclaves, fue construida en 1780 y es el edificio más antiguo y también el más impactante de la isla. Con su característica donde escalinata cruzada, este es el lugar donde vamos a poder conocer más sobre el horror que durante más de tres siglos sufrieron millones de personas condenadas a la esclavitud.

Grilletes y mosquetes son expuestos en su interior, junto a las diferentes salas y explicaciones sobre donde los esclavos esperan hasta cruzar la llamada «puerta a ninguna parte». Esta, conectaba las celdas con el mar, donde los esclavos partían hacia América, principalmente, para no volver jamás.

Pero como casi siempre, hay más. Si queréis completar la visita, podéis visitar también el antiguo fuerte de la isla, hoy convertido en un pequeño museo de historia. En sus exposiciones vais a poder conocer toda la historia desde la prehistoria hasta la lucha por la independencia de Francia en siglo XX.

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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