Maasai: la pervivencia del origen
La evolución social y cultural de la especie humana ha estado caracterizada por periodos de guerra, turbulencias, pero también de ideas, esperanzas y superación. Acostumbrados y centrados en la historia Europea, tendemos a visualizar la evolución de la humanidad como un proceso lineal por el que han de pasar todos los pueblos y culturas del planeta. Nada más lejos de la realidad.
En la Tierra siguen existiendo comunidades cuyas manera de vivir y de experimentar el mundo apenas ha cambiado desde hace cientos de años, y en cuya idiosincrasia y sabiduría podemos ver nuestros orígenes, nuestro inicio como especie.
Los maasai
Uno de estos pueblos es el Maasai. Situados en la zona que hoy comprendería los territorios de Kenya y Tanzania, el pueblo Maasai ha habitado el sudeste del continente africano desde hace más de cinco siglos, en esta zona nilótica. Si bien su origen se sitúa en la antigua Nubia (todo el territorio bañado por el Nilo), existe una leyenda que habla de un grupo de romanos que se perdieron en busca de las fuentes del Nilo, y cuyos descendientes serían el pueblo masai, caracterizados por el atuendo típico de la toga cruzada y sus peculiares sandalias, que recuerdan a la antigua vestimenta romana.
Orígenes e historia
Sus costumbres como pueblo tienen origen en el neolítico, y han perdurado hasta nuestros días: un pueblo nómada, de origen guerrero, y animistas. Según su tradición, los Maasai son el pueblo escogido por el dios Lengai, que habita en la montaña sagrada Ol’Donyo’, y por el cual son los poseedores de todo el ganado de la tierra. Esta creencia mitológica va muy ligada a su modo de vida. Al ser un pueblo esencialmente ganadero, la riqueza de un hombre se basa en la cantidad de vacas que posee. De la misma manera cualquier maasai puede poseer a todas las mujeres que quiera siempre que tenga suficientes vacas para mantenerlas.
El zenit del pueblo Maasai se produjo durante el siglo XIX, cuando controlaron la mayor parte del territorio de las actuales Kenya y Tanzania, mediante la fuerza y el secuestro de ganado en contra de otras tribus. Será a principios de siglo XX cuando empezará su declive, a causa principalmente de la colonización inglesa. Los colonizadores intentaron que abandonaran su modo de vida ancestral, lo que hizo difícil su continuidad cultural. Con los años, y tras la descolonización, los dos países que comparten su actual territorio también intentaron que se integraran a las nuevas costumbres como agricultores. Esta integración nunca se produjo de manera efectiva, y aun hoy en día siguen ignorando muchas de las leyes que modifican su modo de vida, anclados a una esencia que el resto del mundo parece empeñado en destruir.



Los maasai en el mundo moderno
La globalización y los movimientos occidentales para extender una manera concreta de ver y entender el mundo parecen haberse extendido por todo el globo, pero aun hoy en día, comunidades como la Maasai, siguen luchando por la pervivencia de un mundo que, si bien para muchas otras culturas terminó hace ya cientos de años, representa un modo de vida y una manera de comprender la exitencia muy viva. La diversidad es una de las características que más enriquecen nuestro mundo, un mundo que compartimos entre todos.