REFLEXIÓN VIAJERA
#05

24 de noviembre de 2021

Última semana de noviembre.

La COVID vuelve a estar boca de todos: la llegada del invierno ha traído de nuevo un repunte de contagios, especialmente en Europa Central. Países como Alemania o Austria son ahora el foco de atención de la prensa europea, no solo por la subida de casos, sino también por las medidas que están tomando los gobiernos.

El caso más llamativo, y quizás alarmante, es el de Austria, quién a partir de este lunes, además de confinar a toda su población, va a imponer una vacunación obligatoria para todos los residentes del país, que será efectiva a partir de febrero del año que viene. Pero esto no es nuevo. Primero se prohibió a los no vacunados asistir a locales de ocio, restauración o estética. Más tarde, desde el lunes de la semana pasada, empezó un polémico confinamiento solo para los no vacunados.

Frente al nuevo repunte de casos en Europa central y ante una economía ya afectada por los estragos de casi dos años de pandemia, nos enfrentamos ahora a una normalización de los repuntes. ¿Será el COVID estacional? ¿Qué medidas tomarán los gobiernos? ¿Con qué legitimidad? Vivimos tiempos convulsos amigos. Más allá a la libertad de movimientos, y por supuesto de viajes, está pandemia nos está enfrentando a una realidad mucho más dura, un debate ético y moral sobre donde empiezan y donde acaban nuestras libertades. Nos encontrábamos ya ante un cambio de era, y el COVID no ha hecho más que acelerar la transición.

La gran amenaza de nuestros días parece que ya no es la pandemia, sino la gestión de la misma, y como esto puede afectar a nuestras sociedades, a nuestra forma de vivir. Quizá, y solo quizá, es hora de replantar de qué manera y bajo que supuestos queremos vivir en sociedad.