Muchos años en camino y muchas experiencias a las espaldas: muchos viajes. También muchos recuerdos y muchas amistades. Con todo este bagaje, me surge la pregunta: ¿por qué viajar? La respuesta no es nada fácil.

En mis inicios, mis viajes tenían diferentes motivos: aventura, exploración, huida (factor muy importante), e incluso evasión. Con los años, los dos primeros términos han tomado mucha relevancia, y cada vez lo que me empuja son mis ansias de aprendizaje, de comprender. Pero comencemos por el principio.

¿Qué impulsa que el ser humano a lo desconocido?

He intentado reflexionar sobre ello y creo que se trata de un instinto primario. Con ello no quiero insinuar que sea algo primitivo, prehistórico, sino que se trata de una necesidad que nace de nuestra naturaleza profunda, como humanos, de nuestra condición más básica y central. Al principio de los tiempos, cuando la tecnología y la publicidad no eclipsaban la totalidad de nuestra existencia, la raza humana debía moverse como forma de subsistencia: en busca de nuevas y mejores tierras; en busca de nuevas y mejores condiciones. ¿Ha variado mucho está necesidad hoy en día? No lo creo.

Pese a que hace ya unos cuantos miles de años que dejamos la llamada «vida nómada», al menos una gran parte de la humanidad, el impulso hacia lo desconocido ha perseguido a nuestra especie desde siempre. Bien es cierto que ahora tenemos muchas más facilidades para viajar (pese al momento que vivimos), pero también es una realidad que si miramos atrás en nuestra historia, todo este tiempo ha estado lleno de exploradores, de aventureros que han perseguido nuevas fronteras y nuevos mundos.

No os voy a engañar, las distancias ahora son muchas cortas, pero un viaje solo requiere de salir de las puertas de nuestras casas, nada más, por mucho que nos vendan distancias inabarcables a continentes remotos. Por tanto, por todo lo dicho, y por todo lo que falta por hablar: ¿Por qué viajar?

Viajar para sentirse vivo

Esta es una de las razones centrales por las que yo lo hago: porque viajar me hace sentir vivo. Así de simple. Quizá esta reflexión venga influencia por lo que ya he comentado: es posible que se trate de una parte básica nuestra, instintiva, que nos impulsa a llegar cada vez más lejos. Pero no creo que vaya únicamente por ahí.

Creo profundamente que no estamos hechos para estar encerrados en una oficina 8 horas al día, y estoy seguro de que, quien me diga lo contrario, si probara las mieles de la aventura, de lo desconocido y la incerteza, aspectos que solo el viaje hace que experimentes, su visión cambiaría completamente. Nuestra propia fisiología ya nos da pistas sobre ello: dos piernas y dos ojos, quizá lo más importante, para llevarnos cada vez más lejos y poder disfrutar y aprender de todo cuanto experimentemos.

No quiero hacer aquí una enumeración de todos los por qué me hace sentir vivo pero, a modo de analogía, creo que aspectos como amistad, crecimiento, aprendizaje y amor son suficientes para que os hagáis una idea. Y sí amigos, he dicho amor.

Viajar para aprender

Esta es una de las consecuencias, a veces no inmediatas, de viajar. Aunque no sea tu intención principal, incluso aunque te negases por completo, viajar implica aprender, y en varios sentidos.

El resultado más obvio es que aprendemos sobre nuestro mundo, algo no poco importante. Diferentes culturas y religiones, diferentes paisajes, gentes, animales y cielos. Existen también diferentes sonrisas, diferentes formas de querer y diferentes formas de interpretar el sentido de la vida y la existencia. Y lo más importante, viajar es el antídoto más efectivo contra los prejuicios y la intolerancia.

Constituimos una única raza humana que cohabita, en igualdad de condiciones, este increíble planeta que llamamos nuestro hogar. Considero que he trotado bastante por este mundo y creedme que nunca he visto ninguna separación de eso que llaman «fronteras». Tampoco he conseguido encontrar ninguna línea que me indique que «aquí acaba Europa» o «allí empieza Asia». Sin embargo, he visto ríos y montañas, lagos, mares, playas y bosques. También he visto ciudades y pueblos, y he escuchado diferentes lenguas. Este es el verdadero capital de nuestro mundo, todos estos elementos unidos que nos ofrecen un mar de infinitas posibilidades para explorar y conocer. Creedme, resulta realmente apasionante.

Viajar para tener nuevas perspectivas

Si unificamos lo dicho en los dos anteriores puntos creo que esta es la única conclusión posible: viajar te hace tener nuevas perspectivas y una visión más amplia. Me explicaré:

Cuando visitamos otro país, cultura o territorio, interactuamos con sus gentes, con sus creencias y con sus formas de vida, pero lo que realmente estamos haciendo es compartir. Tenemos que imaginarnos el mundo y la vida como un gran círculo. Cuando nacemos estamos condicionados por un territorio y un clima, una cultura, una lengua y una manera determinada de ver el mundo, lo que nos da un prisma de visión parcial sobre nuestra realidad. Viajar nos ofrece la posibilidad de interactuar con diferentes maneras de ver el mismo mundo. Con esto no quiero decir que podamos ver al completo desde los ojos de los otros, pero lo que sí que podemos hacer, sin embargo, es aprender sobre su visión, lo que irremediablemente ampliará el grado de miras de la nuestra.

Viajar es ampliar nuestra visión. Nada más.

Sin embargo, he de daros una mala noticia: no hay tiempo, y resulta frustrante. Aunque en el mejor de los casos viviéramos entre 80 y 90 años no sería suficiente para explorar la totalidad de este basto mundo que nos rodea.

Por tanto: desterremos viejas ideas, prejuicios y visiones generalizadas. Olvidemos los miedos, los qué dirán y las dudas. Emprende, descubre, explora: viaja. El mundo se encuentra a nuestros pies, preparado para ser descubierto. No hacen falta muchos recursos, créeme: un viaje empieza siempre en la puerta de tu casa. Los lejos que puedes llegar es algo que solo el camino de la vida te enseñará. Adelante.

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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