EL TEMPLO DE EDFÚ

“Salimos de viaje a Egipto para conocer el Templo de Edfú, uno de los mejores conservados del país y el más representativo de la dinastía ptolomaica”

La historia del antiguo Egipto es tan amplia, y nos ha dejado tanto patrimonio por conocer y explorar que incluso abruma. A lo largo de los siglos, y los milenios, no solo el pueblo Egipto, sino también conquistadores y culturas extranjeras han influido en esta cultura de la antigüedad. Uno de esos casos es el que nos trae hoy aquí.

Tras el paso de Alejandro por Egipto, y tras su muerte, con el establecimiento de la dinastía de los Ptolomeos, Egipto se vio fuertemente influenciado por la cultura helena, que se mezclo con los elementos ya existentes en el país del Nilo. Hoy nos adentramos en un pequeño rincón de este gran país, para conocer uno de los templos mejor conservados de todos y también uno de los grandes exponentes de esta dinastía ptolomáica: el Templo de Edfu. .

Ya os he hecho la introducción, pero como siempre, vamos a empezar por el principio. Para entender el Templo de Edfú, tenemos que entender también esta etapa tan concreta de la historia de Egipto. Vamos a ellos.

Historia del Templo de Edfú

Como es decía, Edfú se levanta como uno de los mejores ejemplos de una etapa muy concreta en la historia egipcia: el período Ptolemaico. Esta fase histórica, que abarcó desde el 305 a.C. hasta el 30 a.C., marcó una época de transformación cultural y política tras la conquista de Egipto por Alejandro y el inicio del reinado de su general, Ptolomeo I Sóter, como el primer faraón de la dinastía ptolemaica.

Recordemos, que tras la muerte de Alejandro, su imperio se dividió entre todos sus generales y que, en el caso de Egipto, fue Ptolomeo quien acabó imponiéndose.

Alejandro el Grande

A partir de entonces los Ptolomeos, gobernaron Egipto durante casi tres siglos, fusionando las tradiciones helenísticas con las ya presentes costumbres egipcias. Pero no dejaban de ser invasores extranjeros. Por ello, durante este tiempo, la construcción de templos se convirtió en una herramienta muy útil y usada para legitimar su reinado ante los ojos de la población egipcia. El Templo de Edfú, dedicado al dios halcón Horus, es un ejemplo genial de ello.

Iniciada su construcción en el 237 a.C. por Ptolomeo III y completada en el 57 a.C. por Ptolomeo XII, el templo refleja un período de riqueza artística y religiosa, caracterizado por la combinación de elementos arquitectónicos griegos y egipcios en una sola unidad estilística.

El Culto a Horus

Horus, venerado como el dios del cielo, la guerra y la caza, simbolizaba el poder y la protección. Se le representaba a menudo como un halcón o como un hombre con cabeza de halcón, reflejando su naturaleza divina y su dominio sobre el cielo. En el templo, la figura de Horus se alzaba no solo como un símbolo religioso, sino también como un elemento unificador entre los gobernantes ptolemaicos y su pueblo.

Los rituales y festivales celebrados en honor a Horus eran eventos muy importantes, donde se reafirmaba su rol en la cosmología egipcia. Pero no solo eran actos de veneración, sino que también se consideraban esenciales para mantener el orden cósmico y la estabilidad del mundo. Aunque los detalles específicos pueden variar, los rituales a Horus generalmente incluían ofrendas, procesiones, rituales de purificación o incluso renovación de las estatuas y grabados del templo.

Estatua de Horus

Descubrimiento y Restauración

Sin embargo, con la caída del Egipto faraónico y la progresiva entrada de otras religiones como la cristiana o el islam, poco a poco el templo fue cayendo en desuso y fue finalmente abandonado. Sin embargo, y gracias a la naturaleza del mismo desierto, que quedará enterrado en la arena fue algo curiosamente beneficioso. Y que es que su espectacular estado de conservación se debe en parte a ello. Además de las inclemencia del tiempo, al estar enterrado el templo tampoco fue saqueado ni estuvo expuesto a actos de vandalismo.

Por ello, cuando el egiptólogo francés Auguste Mariette encontró el templo en el siglo XIX, fue todo un re-descubrimiento. Este descubrimiento marcó un hito en la egiptología, proporcionando una fuente invaluable de información sobre la religión, la arquitectura y la vida cotidiana en el Egipto Ptolemaico. Las excavaciones desenterraron una estructura espectacular, adornada con textos jeroglíficos y representaciones artísticas que narran la mitología y las prácticas rituales de esta etapa de Egipto.

Ahora bien, ¿qué tal su visita?

Visitar el Templo de Edfú

El Templo de Edfú se encuentra en la ribera occidental del Nilo, entre las ciudades de Luxor y Asuán, es una parada obligatoria en cualquier viaje a Egipto. Este templo no solo representa un enlace con el pasado mítico de Egipto, sino que también ofrece una experiencia cultural y educativa incomparable. Su estado de conservación y la gran cantidad de inscripciones lo convierten en uno de los templos más impresionantes de un viaje a Egipto.

La mayoría de vosotros, si realizáis este viaje, lo haréis en una de las paradas del crucero por el Nilo, ya que es la forma más común y más cómoda de explorar el interior de Egipto. El pueblo donde se encuentra, que tiene el mismo nombre del tempo, es una pequeña localidad a orillas del Nilo, cuya principal economía debe estar alrededor del turismo que el templo genera.

Templo de Edfú

Es común cuando bajamos del barco ver a decenas de calesas de caballos (desgraciadamente no en el mejor de los estados), esperando para llevar a los viajeros hasta las puertas del templo. La visita ya por si misma, por la monumentalidad y el tamaño del templo, ya vale la pena. Pero quiero profundizar en algunas de sus partes para que tengáis una idea general.

Y es que, en cuanto llegáis el templo se despliega en una serie de patios y cámaras, cada uno contando una parte diferente de la historia de Edfú y del culto a Horus. La entrada principal creo que es lo que más impresiona, con una imponente fachada con gigantescas estatuas de Horus, que da paso al primer patio, donde los antiguos egipcios celebraban sus festivales y rituales:

El Patio Principal

El primer patio, rodeado de columnas , fue el escenario de festivales religiosos y ritos de los que ya os he hablado. Aquí, podréis admirar las intrincadas inscripciones jeroglíficas que adornan las columnas y las paredes, muchas de las cuales narran los mitos de Horus y su batalla contra Seth, el dios del caos.

Patio interior

La Sala Hipóstila

Si seguimos adelante en el templo, nos encontramos con llamada la Sala Hipóstila, un espacio impresionante sostenido por doce columnas enormes, y decoradas con representaciones de Horus. Esta sala funcionaba como un lugar de ofrendas y preparación para los sacerdotes antes de entrar en las zonas más sagradas del templo.

El Santuario de Horus

El corazón del templo es el santuario de Horus, donde se encontraba una estatua del dios. Este lugar sagrado era el núcleo del templo, accesible solo para el faraón y los sacerdotes de alto rango. La estatua de Horus, tallada en granito negro, simbolizaba la presencia viva del dios en la tierra.

Pero aunque cada una de sus partes guarde un significado y una importancia concreta, vale la pena, simplemente, rodear el templo. Lo grandioso de la estructura y su estado de conservación hacen que solo pasear por fuera de sus muros, contemplando los enormes gravados de la piedra, ya valga la pena. Seguramente, en un viaje a Egipto este es uno de los templos que más impresiona, como os digo, por su estado de conservación.

Pero por supuesto, el templo de Edfú no es el único. Egipto tiene una cantidad de patrimonio espectacular, un recuerdo de una de las etapas más fascinantes de la historia antigua. Os guste la historia o no, este es un viaje que si tenéis la oportunidad de realizar, os va a dejar fascinados.

Como siempre, espero que os haya gustado. Si os ha resultado útil o creéis que le puede servir a alguien, podéis compartirlo con vuestros amigos. ¡También, os animo a que os paséis por el canal de Objetivo Horizonte, donde encontraréis videos sobre viajes y lugares del mundo!

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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