TIRO, LA PERLA FENICIA DEL MEDITERRÁNEO

«Hoy salimos viaje al Líbano para conocer Tiro, la ciudad fenicia del sur del país, junto con su historia y todos sus rincones.»

A veces la actualidad impera, y lamentablemente, las noticias no siempre son positivas para nuestro planeta y nuestra especie. Hoy podría hablaros de la realidad de próximo oriente, de un conflicto que parece no acabar nunca, pero creo que ya hay muchas voces haciéndolo, y que tampoco podría aportar mucho valor e información al respecto. Por ello, creo que una buena idea puede ser hablar de lo positivo de esta región, de esos lugares e historias que han cambiado su territorio y sus gentes, y de los lugares magníficos que se pueden visitar allí.

Es por ello que hoy vengo a hablaros de mi querido Líbano, y concretamente de un lugar muy concreto: Tiro, la histórica ciudad fenicia. Un lugar con una historia fascinante y que aun hoy en día, cuando las condiciones lo permitan, podemos visitar y maravillarnos con sus restos. Vamos a ello.

La ciudad fenicia

Y como siempre, lo primero es situarnos, en el espacio y la historia. Y es que se trata de una ciudad con más de 3000 años de historia:

Esta ciudad fenicia, fue un importante centro comercial y marítimo que conectaba todo mundo antiguo, con fuertes relaciones comerciales con Egipto, Grecia y otras culturas del Mediterráneo. Su riqueza se basaba principalmente en su habilidad para comerciar, con mercancías como la famosa púrpura de Tiro, un tinte muy caro y codiciado que convirtió a la ciudad en un símbolo de lujo y poder.

Además, Tiro era reconocida por su singular geografía. La ciudad estaba situada en un punto estratégico del Mediterráneo oriental. Además, su peculiar distribución la convertían en una ciudad única por diferentes sentidos. Por un lado, la ciudad estaba compuesta por una parte continental y una isla fortificada, lo cual la hacía prácticamente inexpugnable. Por otro, hay que tener en cuenta también, Tiro disponía de una flota muy importante. Esta combinación de riqueza, poder marítimo y su ubicación estratégica, convirtió a Tiro en un lugar de gran importancia para los imperios que querían dominar la región.

Y es, de hecho, de uno de estos imperios concretamente, del que quiero hablaros hoy.

Alejandro y el asedio de Tiro

Nos encontramos en el año 332 a.C, en plena campaña de Alejandro en su intento de conquistar el Imperio Persa. En su camino desde Anatolia hacia el sur, el conquistador macedonio se encontró con una resistencia poco habitual, el pueblo tirio. Como hemos visto, por su fuerza naval y la fortificación insular de la ciudad, se trata de un lugar muy difícil de conquistar, por lo que se negaron a rendirse. Esto, fue visto por Alejandro como una afrenta a su autoridad, así como una amenaza para consolidar su poder en la región. Hay que tener en cuenta también, que Tiro era un lugar crucial para asegurarse el control de la costa mediterránea y mantener las rutas marítimas abiertas, vitales para el suministro de su ejército y para cortar el apoyo persa.

Por ello, Alejandro decidió que Tiro no podía quedar fuera de su dominio y empezó uno de los asedios más impresionantes de toda la antigüedad.

Templo de Melqart

De la isla a la península

Como imaginaréis, el escollo más importante al que Alejandro se enfrentó fue que Tiro era una isla completamente fortificada. Esta condición insular, sumado a la poderosa armada de que disponían, dejó solo una solución a Alejandro, diremos además que “bastante creativa”: ordenó la construcción de un istmo, un terraplén de aproximadamente un kilómetro de longitud que conectaría la isla con el continente.

Esta impresionante obra de ingeniería militar, llevada a cabo bajo condiciones extremadamente difíciles, supuso un desafío enorme tanto por la resistencia de los tirios como por la naturaleza del terreno. Se necesitaron meses de trabajo, en el que participaron miles de soldados y trabajadores, que cargaban piedras y escombros para levantar el paso a través del mar. Este trabajo no solo implicaba enfrentarse a la profundidad del agua y a las corrientes. También al constante ataque de los defensores tirios desde sus barcos, intentando destruir las obras.

Además, Alejandro también recurrió a la construcción de torres de asedio sobre el paso, desde las cuales podía atacar las murallas de Tiro con catapultas y proyectiles. Esta táctica le permitió acercarse lo suficiente como para romper las defensas y, finalmente, invadir la ciudad. Un ejemplo brutal de la determinación de Alejandro.

Esto nos lleva también hasta el tema central de hoy: la construcción del paso hacia la isla no solo fue un logro militar, también tuvo un impacto permanente en la geografía de la región. Con el tiempo, los sedimentos y las mareas consolidaron esta conexión artificial, convirtiendo a Tiro la península que sigue siendo hoy en día. Un símbolo del poder y la ambición de Alejandro, cuya influencia dejó huella tanto en la región como en la misma geografía del mundo.

Tiro desde el aire

Las ruinas romanas de Tiro

Tras la destrucción, Tiro fue ocupada y reconstruida como parte del Imperio de Alejandro y luego de sus sucesores, los Ptolomeos y los Seléucidas. La ciudad recuperó su actividad en las siguientes décadas, aunque no volvió a alcanzar el mismo nivel de poder y esplendor que tenía antes de su caída. A lo largo del período helenístico, se reconstruyeron templos y se restableció su puerto, que siguió siendo un centro importante para el comercio mediterráneo.

Con la llegada del Imperio Romano en el 64 a.C., Tiro se convirtió en una parte de la provincia de Siria, entrando en una nueva era de esplendor. Bajo el control romano, se construyeron grandes infraestructuras, como el famoso hipódromo, un acueducto y las calles con columnas que aún se pueden ver hoy en día. La ciudad creció y volvió a se un importante puerto y centro comercial del Mediterráneo oriental, exportando productos como el ya mencionado púrpura de Tiro.

Hipodromo romano

Como os imaginaréis, la historia de Tiro continua. Desde la incorporación al imperio omeya y su posición estratégica en la época de las cruzadas, hasta la caída del imperio otomano y la creación del estado del Líbano. Años que nos llevan hasta nuestros días. Sin embargo, se escapa un poco de lo que este artículo quiere abarcar.

Visitar Tiro en el Líbano

Y es que, pese a la situación geopolítica de la región, si algún día tenéis la oportunidad de visitar el Líbano, Tiro tiene que ser una de las paradas obligatorias de vuestro viaje. Para mi, los restos de las épocas que os relatado son los más importantes. Y se convierten en imprescindibles si además sois amantes de la historia antigua.

En primer lugar, las ruinas del recinto arqueológico de Al Mina ofrecen una visión general del pasado de la ciudad. Entre columnas, caminos y restos de construcciones, se trata de un paseo en toda regla por la antigua ciudad de Tiro. Unos restos que conectan con el esplendor de la época fenicia y romana de la ciudad, y uno de los mejores ejemplos de cómo los vestigios del asedio de Alejandro todavía están presentes en el entorno.

También es fundamental visitar el Templo de Melqart, el dios principal de los fenicios, cuya adoración jugó un papel clave en la identidad de Tiro. De hecho, se cree que Alejandro Magno rindió homenaje aquí antes de iniciar el asedio. Una forma de ganarse el favor de los dioses locales.

Ciudad anbtigua Tiro

Si seguís avanzando, el paseo marítimo es un lugar donde los podréis ver el punto exacto donde la isla fue unida al continente. Este punto me gusta verlo como recordatorio de cómo la impresionante influencia de Alejandro. Además, pasear por aquí, entre el bullicio de la ciudad moderna que hoy es Tiro, y los restos de su pasado, ofrece una mezcla muy especial de historia y vida cotidiana.

Las ruinas romanas son otro punto imprescindible i pasáis por aquí (y seguramente el más destacado de todos). Impresionan sobre todo los antiguos baños romanos y el Hipódromo de Tiro. Este último conserva su enorme estructura y capacidad para miles de personas, donde se celebraban las famosas carreras de carros.

Y es que, pese a las guerras, conflictos y cambios en el mundo, nuestra especie siempre se ha caracterizado por el encuentro. Por volverse a levantar, y por siempre mirar hacia adelante. Igual que en Tiro, en el mundo hay infinitos lugares e historias fascinantes, todas esperando a que las podamos explorar y conocer. Rincones y secretos de nuestro increíble y fascinante planeta.

Como siempre, espero que os haya gustado. Si os ha resultado útil o creéis que le puede servir a alguien, podéis compartirlo con vuestros amigos. ¡También, os animo a que os paséis por el canal de Objetivo Horizonte, donde encontraréis videos sobre viajes y lugares del mundo!

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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