VIAJE A GRECIA A TRAVÉS DEL PELOPONESO

«En el universo hay mundos innumerables y yo aún no he conquistado uno solo»

Alejandro el Grande

Mucha gente piensa que un viaje a Grecia se basa en visitar Atenas y pasar el resto de días en alguna de sus islas. Nada más lejos de la realidad. En el artículo de hoy quiero enseñaros la riqueza que hay en la Grecia continental, concretamente en la península del Peloponeso. ¡Aquí vamos a encontrar todo aquello que buscan los viajeros en un viaje a Grecia: playas, patrimonio y buena gastronomía!

Pero como siempre, vayamos por partes.

¿Cuántos días hacen falta para visitar el Peloponeso?

La pregunta del millón y siempre la respuesta es la misma: depende. Como veremos hoy, todo dependerá del número de lugares que queráis visitar y del tiempo de que dispongáis para vuestro viaje a Grecia. La península del Peloponeso es bastante grande y hay mucho que ver.

Para que tengáis una referencia, yo os recomiendo un mínimo de 6 días y pondría un máximo de 8 o 10 días. Con 6 días vais a poder visitar a poder visitar los principales yacimientos y disfrutar de un par de días de playa. Si ampliáis más podréis visitar más zonas naturales y tomaros el viaje de una manera más tranquila.

¿Cómo moverse por en un viaje a la península del Peloponeso?

Otra gran pregunta. A diferencia de otras partes del mundo, un viaje a Grecia con chofer y guía sale caro, muy muy caro, así que no acostumbra a ser una opción.

El transporte público en esta parte tampoco lo es, sinceramente. Por la propia orografía del país, en la península del Peloponeso no hay casi trenes. El bus sería la única opción, pero la verdad, por horarios y tiempos de desplazamiento, yo tampoco os lo recomiendo.

La mejor manera de encarar esta parte del viaje a Grecia es en coche de alquiler. Os dará libertad para moveros y visitar las cosas a vuestro ritmo. Planificar horarios en un viaje es importante, y si dependéis de transporte público es mucho más complicado. No es caro alquilar un coche desde Atenas y siempre es la opción que organizo en los VIAJES A GRECIA y la que más recomiendo.

¿Qué visitar en un viaje al Peloponeso?

Veamos ahora que visitar en la Península del Peloponeso. Veréis que hay dos tipos de lugares muy diferenciados: los que están relacionados con la playa y la costa, y los recintos arqueológicos. Para mí, lo ideal es combinar ambos para llevarnos una idea general de esta parte de Grecia y, por supuesto, de su historia.

El orden que voy a usar es el mismo que aplicaría a un viaje, así que podéis usarlo también como guía. En este caso, el punto de partida es comprensible que sea Atenas, donde alquilaremos nuestro coche de alquiler, y desde donde nos dirigiremos hacia nuestra primera parada

Corinto y su Canal

Pongo estas dos paradas juntas porque son las que encontramos en el camino que hay entre Naflpio y Atenas. También son la que creo que vale la pena parar en el camino del primer día. Hablemos de ambas.

Aproximadamente a una hora de carretera desde Atenas, encontramos el Canal de Corinto. Se trata de un canal artificial que une el mar desde el Golfo de Corinto con el mar Egeo. El canal atraviesa lo que se conoce como el istmo de Corinto, la franja de tierra que unen la Grecia continental con la Península del Peloponeso.

Primero de todo, y para que quede claro desde el principio: este canal es moderno. Su construcción se finalizó en 1893, fruto de un proyecto que se había iniciado tras la independencia griega del Imperio Otomano. Sin embargo, las primeras referencias a esta posible obra las encontramos desde el siglo VII a.C. Primero Periandro de Corinto, y más tarde los romanos Julio Cesar e incluso el mismo Nerón intentaron o empezaron la construcción del canal, pero todos ellos desistieron debido al coste y a las imposibilidades técnicas de la época.

Canal de Corinto

Hemos de entender que se trata de un canal que conecta los puertos del mar egeo, como el Pireo de Atenas, con muchos de los pueblos del interior del golfo. Es por ello que tiene una importancia comercial mayúscula, ahorrando mucho tiempo a las naves que transitan por él.

La parada aquí tiene poco más ofrecer que las vistas que hay al canal, y es más que suficiente. Se trata de una obra de ingeniería mayúscula, y las vistas de las dos bandas conectadas por el mar son espectaculares. Además, si tenéis la suerte que está atravesando algún barco de cierta magnitud, el espectáculo mejora aún más.

Pero si seguimos hablando de Corinto, y si lo que os interesa son los restos arqueológicos, tenemos que hablar también de la Antigua Corinto. Avanzando en nuestro viaje, existe también la posibilidad de visitar el recinto arqueológico. Sin embargo, lo que vamos a ver, no es la antigua capital griega, ¡sino la romana! La antigua ciudad griega de Corinto fue arrasada por los romanos, y posteriormente reconstruida. Lo que hoy podemos visitar son las ruinas de la antigua ciudad romana. Pero si sois unos apasionados de la historia, vale la pena igual.

Micenas

Tras la visita, nuestro viaje continuará hacia el sur. Pero antes de llegar a nuestra primera parada, hay otro lugar del que os quería hablar: la antigua Micenas.

Si pensamos en la Grecia antigua, lo que normalmente tenemos es mente es la llamada Grecia clásica, el periodo de esplendor de polis como Atenas o Esparta. También fue esta la época de las grandes construcciones, como el mismo Partenón de Atenas. Podríamos avanzar más y llegar a la época helenística, el zenit del dominio griego en Oriente, tras las conquistas de Alejandro y la división de su reino. Sin embargo, hay más. Para que os hagáis una idea, estos dos periodos que os acabo de mencionar abarcan entre el 500 y el 150 a.C, aproximadamente. Hasta la llegada y colonización de los romanos.

¿Pero qué había antes de todo esto? Pues bien, es lo que vamos a poder conocer, al menos en parte, en este yacimiento. Se trata de Micenas, el epicentro de la civilización micénica, considerada la primera civilización avanzada de la Grecia continental.

Se calcula que, aproximadamente, habitaron estas tierras entre el 1700 y el 1100 a.C y probablemente dominaron toda esta región durante varios siglos. En la mitología su fundación se atribuye al mismo Perseo, además de ser el hogar de Agamenón, el héroe homérico que dirigió a los aqueos en la guerra de Troya.

Aunque por la época, no han quedado muchos restos, hoy podemos visitar y conocer los restos de esta impresionante ciudad, para mí uno de los yacimientos más especiales de Grecia. No solo por su antigüedad, sino porque puede apreciarse perfectamente la estructura de sus murallas y las diferentes construcciones, un paseo en el tiempo hacia tiempos remotos.

Tanto en el yacimiento como en el pequeño museo que hay podréis aprender más sobre esta gran civilización cuya destrucción sigue siendo un misterio para los historiadores.

Consejo: El yacimiento, por su misma condición, está totalmente descubierto, y solo hay una zona de pinos al principio, así que, si vais en verano, ¡no olvidéis ir bien cargados de agua!

Está podría ser nuestra última parada en nuestro viaje hacia nuestro primer destino:

Nafplio

Lo cierto es que Naflplio me enamoró. Siendo sincero, no fue por sus espectaculares playas, ni tampoco por ser tener una arquitectura increíble. Para mí su encanto radica en su sencillez (y en su buena comida). Se trata de un lugar increíble para empezar a disfrutar de la tranquilidad que no siempre encontramos en Atenas. Y donde también empezar a disfrutar del mar y las playas, por supuesto.

Naflplio, o Nauplia como también se conoce, tiene además varios puntos que visitar que la hacen muy interesante. Lo que más llama la atención es el fuerte que hay en lo alto de la colina que la vigila. Se trata de la Fortaleza Palamidi, construida por los Venecianos durante su ocupación, y desde donde obtendremos unas vistas brutales:

Aun así, para mí la mejor parte sigue siendo su centro histórico… y sus restaurantes. Paseas por el centro de Naflpio y por su puerto es una maravilla. Lleno de casas bajitas, de colores y decoradas con flores, se trata de un lugar tranquilo y precioso. Además, se trata de un sitio ideal donde disfrutar de la gastronomía griega, para todos los bolsillos… y con una calidad mayúscula, sobre todo en cuanto al pescado.

Si vuestro en vuestro viaje a Grecia no vais con prisas, es un lugar ideal donde parar un par de días a descansar, disfrutar y comer, sin duda.

Monemvasia

Tras descansar en Naflpio, nuestra siguiente parada nos llevará hasta el sur, hasta la ciudad amurallada de Monemvasia. La ciudad se encuentra en una isla, unida al continente por una pequeña carretera. Su fundación se debió principalmente a esta ubicación, ya que le daba a la ciudad una defensa excelente contra los invasores. La fortificación fue obra del imperio bizantino y hasta la independencia de Grecia fue cambiando de manos, dependiendo del invasor del momento.

Monemvasia

Hoy en día se ha convertido en un referente para los viajeros que se adentran en el Peloponeso. Se trata de un lugar realmente pintoresco: tanto por sus murallas como por su ubicación y patrimonio. Además, el hecho de que sea peatonal hace que recorrerla a pie sea una auténtica gozada. Un lugar ideal para recorrer a pie y que todos sus secretos se nos vayan descubriendo poco a poco.

A partir de aquí, nuestro viaje tornará hacia el interior del país. Hacia:

Olympia

Olimpia es un lugar especial. En nuestro imaginario, los juegos olímpicos siempre han tenido un espacio importante en la historia de Grecia y siendo Olimpia su sede… Os podéis imaginar.

Esta región estuvo habitada desde, al menos, el 4000 a.C, aunque será en la época micénica, sobre los siglos XI y X a.C, cuando se empezó a formar la estructura que hoy forma el yacimiento. Es importante entender una cosa sobre Olimpia, y es que tiene dos partes importantes.

Por un lado, nos encontramos con todo lo relacionado con los juegos olímpicos. Como sabéis, esta fue la sede donde se celebraban los juegos originales y es Olimpia quien le da el nombre a los juegos (no al revés). Se celebraban, como ahora, cada 4 años, durante los meses de julio y agosto, y tenían tanto una función política como religiosa.

Por otro lado, la importancia de Olimpia radica también en su santuario, ya que en su interior albergó algunos de los templos más importantes de la antigüedad griega, así como diferentes altares.

En Olimpia podían encontrarse altares a Atenea, Poseidón, Ares, Hefesto, Artemisa o Afrodita, entre muchos otros. Pero también grandes templos, como el Templo de Hera o el gran Templo de Zeus. Este último albergaba la que fue una de la siete maravillas del mundo antiguo: la estatua de Zeus. Una estatua de 13 metros de alto hecha de oro y marfil.

Pero hay mucho más. Os recomiendo, primero de todo, visitar el museo del yacimiento, para entender su estructura original. Después podéis perderos entre sus ruinas. Un lugar increíble no solo por todo el patrimonio que contiene, sino por el entorno donde se encuentra.

Técnicamente, nuestro viaje por la península del Peloponeso terminaría aquí. Estos son los principales puntos que podemos visitar, aunque como siempre, hay más. Sin embargo, vamos a hablar de un lugar más. No se encuentra dentro del Peloponeso, pero se acostumbra a incluir en una ruta aquí. Hablemos de:

Delfos

El Santuario de Delfos es otro de los grandes yacimientos arqueológicos que visitar en el Peloponeso. Igual que Olimpia, Delfos fue otro de los lugares clave para la antigüedad griega. Antes hablábamos de los juegos olímpicos, ahora tenemos que hablar de uno de los centros político-espirituales más importantes del mundo antiguo.

Delfos fue importante, sobre todo, por el templo que había dedicado al dios Apolo y el oráculo que albergaba en su interior. Gente de todo tipo acudía al oráculo en busca de sus predicciones, las cuales llegaron a tener una gran importancia, incluso en los dirigentes de la época. Estos podían decidir cuestiones tales como donde fundar una ciudad o si era conveniente o no ir a la guerra. Pero no solo eso. Los griegos antiguos creían que Delfos era el centro, el ombligo del mundo.

Hoy en día su visita es una de las más impactantes, tanto por sus restos, como por el lugar donde se encuentra. Es fácil imaginar como debía ser este sitio, en medio de las montañas, un paraje que por su ubicación ya invita al misticismo. Su visita, además, nos acerca a la inmensidad de este lugar. Es importante entender que el santuario de Delfos no estaba compuesto solo por el Templo de Apolo, sino que había mucho más. Las principales polis y pueblos dejaron aquí sus propios tesoros, lugares donde hacían sus ofrendas al templo y a los dioses.

Con la visita al yacimiento vais a poder conocer todos estos restos, y mucho más. Igual que en el caso de Olimpia, os recomiendo visitar primero el museo, para entender tanto su historia como organización, para después pasar a los restos.

Ejemplos de Viajes a Grecia y el Peloponeso:

Os dejo aquí un link donde vais a poder encontrar un buen ejemplo de una ruta por Grecia que incluya la península del Peloponeso, además de muchos otros: VIAJES A GRECIA

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Aquí encontraréis también otros artículos y pods sobre Grecia: SOBRE GRECIA


Nada más, espero que os haya gustado. Un fuerte abrazo a todos.

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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