LA VERDADERA HISTORIA DE DRÁCULA

Un viaje a Rumania a través de uno de los personajes más famosos de las novelas de terror

Hoy vamos a hablar de un viaje a Rumania, concretamente de uno de los temas que más llama la atención a la gente a la hora de preparar un viaje allí: la leyenda del Conde Drácula. Vamos a ver que hay de cierto y que de leyenda y como podemos articular un viaje a Rumania que nos permita descubrir esta fascinante historia.

La historia es importante, siempre os hago énfasis en la importancia de conocer el pasado de los países que visitamos. Las raíces, la herencia cultural, es lo que da forma a los territorios y a las culturas. Por ello, en este blog de viajes siempre hago mucho énfasis en ello. Pero estas raíces, esta tradición no siempre está formada solo por hechos históricos. Muchas veces, las leyendas, los mitos, se mezclan con la verdadera historia, y crean nuevos relatos y tradiciones que, de nuevo, moldean la realidad de los lugares.

Está claro que, en el caso de un viaje a Rumania, lo primero en lo que pensamos es en Drácula y en sus castillos. Pero ¿qué hay realmente de cierto en esta historia? ¿Cuál es su trasfondo? Y, lo más importante: ¿Cómo podemos preparar nuestro viaje a Rumania basándonos en todo esto? Hoy vamos a conocer la historia de Drácula, pero también de Vlad Tepes, el príncipe rumano en el que se inspiró este personaje. Pero antes de remontarnos en la historia tenemos que preguntarnos primero:

Orígenes del Conde drácula

Vetala Indio
Vetala Indio

Pues bien, el Conde Drácula es el protagonista y título de la novela de Bram Stoker, publicada en 1897.  Para escribir su novela, Stoker se inspiró en las leyendas de vampiros de Europa oriental. Sin embargo, hay que tener en cuenta que referencias a vampiros ha habido en todas las edades y en casi todas las culturas. Desde la antigua Mesopotamia hasta China, Europa o América. Casi la totalidad de los pueblos del mundo han tenido una versión más o menos diferente de estos vampiros. Por poneros algunos ejemplos:

  • En el judaísmo, existe la figura de Lilith, la primera mujer de Adán. Según la leyenda se alimentaba de la sangre de los niños no circuncidados.
  • En la mitología india existen los vetala, demonios vampíricos. Estos seres rondan los cementerios y los crematorios y que pueden hacerse con el control de cadáveres para atormentar a los vivos.
  • En Europa también han tenido mucha influencia, de nuevo con diferentes variantes en cada región. Tanto es así, que incluso en la primera edición de la Enciclopedia de Diderot, en 1751, se incluyó la definición de Vampiro. Los definía como aquellos demonios que durante la noche deambulan succionando sangre a los vivos.

Para crear la novela y su protagonista, Stoker se inspiró en toda esta tradición, por un lado. Por el otro, recurrió a un personaje histórico concreto, uno de los héroes nacionales de la historia de Rumania: Vlad Tepes, también conocido como Vlad el Empalador.

Vlad Tepes, el Drácula histórico

Antes de hablar del personaje, creo que es importante entender primero el contexto. Para conocer a Vlad nos hemos de remontar al siglo XV en Valaquia, un reino que, junto a Transilvania y Moldavia, formarán lo que más adelante se conocerá como Rumania, y que por entonces pertenecía a Hungría.

Vlad Tepes
Vlad Tepes

Se cree que Vlad Tepes nació en Sighisoara en 1431, hijo de Vlad II, el gobernador de Valaquia. Su padre fue un gran aliado del imperio otomano, lo que, a su vez, en aquella época, suponía ser enemigo de Hungría, entonces gobernada por Juan Huyandi. Este último, molesto por las relaciones entre Vlad II y el sultán turco, atacó Valaquia y asesino al gobernante, gracias al apoyo de los nobles pro – húngaros de la región. El sultán, como contramedida por la muerte de su aliado, nombró a Vlad III como sucesor y al poco tiempo se hizo con el trono de Valaquia. Vamos a ser sinceros, en esta primera etapa el trono le duró más bien poco, pues los Huyandi lograron expulsarlo tan solo un año después. Será en 1456 cuando lograría hacerse con el gobierno de nuevo, en la que sería su etapa más larga, que duraría hasta 1462. Etapa que además le sirvió para cosecharse la fama de cruel y sanguinario que años más tarde inspirarían la novela de Drácula. 

Durante estos años las prácticas que utilizó contra sus enemigos fueron, por llamarlas de alguna manera, bastante creativas. Por poneros algunos ejemplos, después de la campaña que lidero contra los turcos en el territorio de la actual Bulgaria, al finalizar la incursión, envió al Matías Corvino, el por entonces rey de Hungría, dos sacos llenos de orejas, narices y cabezas, acompañados de una carta donde especificaba que había matado un total de 23.884 turcos, sin contar a los aldeanos que habían quemado vivos dentro de sus casas. Además, toda esta crueldad no se limitaba solo a sus enemigos. Con el fin de asegurar su respeto y autoridad, no fueron pocas tampoco las brutalidades que cometió contra sus súbditos. La leyenda dice que delante de su residencia en Tirgoviste, dejó en la puerta una jarra de oro para que los viajeros pudiesen beber de ella, y que tanto era el miedo que inspiraba el gobernante, que nunca nadie se atrevió a robarla.

Pero si algo definía al bueno de Vlad es el sobrenombre que se ganó y por el que sería conocido en adelante: Vlad el Empalador. Según la historia, esta obsesión por empalar a la gente llegó a tal punto que en cierto momento mandó talar todos los árboles de un bosque para empalar a más de 20.000 prisioneros, en lo que en adelante se convertiría en el Bosque de los empalados. Para los que no lo sepáis, por si acaso, el empalamiento es un método de ejecución, muy utilizado durante la edad media, que consistía en atravesar a la una persona con una estaca a través del recto. Maravilloso vamos.

Sin embargo, todo este sadismo, no le sirvió para conservar el poder. A finales del siglo XV fue derrotado y pasó casi 12 años de prisionero en Hungría y aunque momentáneamente, años más tarde, volvería a aspirar al trono de Valaquia, finalmente murió emboscado por los turcos. Fue decapitado y su cabeza expuesta en Estambul, mientras que su cuerpo fue enterrado en el monasterio del Lago Snagov, al norte de Bucarest.

Viaje a Rumania: tras los pasos de Drácula

Una vez establecidas las bases de la historia, vamos a ver ahora de qué manera podemos articular un viaje a Rumania para conocer en primera persona la herencia de Vlad, el Drácula histórico.

Pero, antes de empezar, creo que es importante tener en cuenta un par de cosas.

Primero que este tipo de historias y leyendas que llaman tanto la atención, muchas veces son usadas para promocionar indiscriminadamente el turismo. ¿qué quiero decir con esto? Pues que vamos a encontrar muchos lugares que no tienen nada que ver con Vlad Tepes pero que, aun así, han intentado crear un aura alrededor relacionada con toda esta leyenda. Algunos de ellos los voy a nombrar porque, pese a no tener relación con lo que estamos hablando, si que vale la pena conocerlos, por la razón que sea.

Segundo, que las propuestas de viaje a Rumania que os dejaré en la descripción abarcan mucho más. Entiendo que si alguien viaja hasta allí no es para estar solo 2 o 3 días, sino que va a intentar aprovechar para, además de todo este patrimonio relacionado con Vlad, ver más cosas.

Rumania es un país increíble. Todo el patrimonio que tiene, tanto natural como cultural, aunque no esté relacionado con Vlad, vale la pena conocerlo.

Así que, vamos a ver ahora que lugares podemos visitar en nuestro viaje a Rumania para conocer la herencia que ha quedado de Vlad el Empalador. El orden que voy a relatar ahora no tiene nada que ver con el orden de visita, sino que he querido darle un orden cronológico como ahora veréis.

Sighisoara

Por ello, Si tenemos que empezar por algún lugar, empecemos por el lugar de nacimiento del mismo Vlad: Sighisoara. Y es que se trata, para mi, de uno de los lugares más bonitos y con más encanto de toda Rumania. La ciudad se puede dividir en dos partes: la zona moderna y la que queda dentro de las murallas. Fue fundada por los sajones alemanes en el siglo XII y se trata de una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Europa. Yo personalmente siempre incluyo su visita en todos los viajes a Rumania, y siempre digo lo mismo: pese a que hay más variedad de alojamientos en el exterior, fuera de la ciudadela, vale la pena alojarse dentro de las murallas. Hay muchos hoteles con encanto, limpios y bien cuidados, donde dormir y la experiencia va a ser mucho mejor.

Si os dais un paseo por el centro, llaman especialmente la atención sus casas de colores que, junto al ambiente “draculino” de la ciudad, hacen que sea un lugar muy pintoresco. Además de las diferentes torres, plazas y edificios de época, me llamo especialmente la atención lo que se conoce como “Las escaleras de los estudiantes”. Se trata de un pasaje cubierto de escaleras, bastante oscuro, que te lleva hasta la Iglesia de la Colina. En definitiva, Sighisoara es un sitio que tener siempre en la lista de cualquier viaje a Rumania.

Castillo de Poenari

Sigamos ahora con el castillo de Poenari, el verdadero Castillo de Vlad Tepes. Digo verdadero porque la leyenda alrededor de este personaje se centró en otro que veremos más adelante.

El castillo de Poenari se encuentra al sur del lago Vidraru, a unas tres horas de Bucarest. La construcción original fue levantada en el siglo XIII, pero fue abandonado. Posteriormente, ya en el siglo XV, Vlad Tepes lo reconstruyó y lo convirtió en su centro operativo desde donde se defendería de los ataques de sus enemigos. Sin embargo, siglos más tarde, volvería a ser abandonado.

Hoy la visita del lugar vale la pena sobre todo por las impresionantes vistas que hay desde lo alto de la fortaleza ya que está totalmente en ruinas. Eso sí, hay que tener en cuenta los 1500 escalones que hay que superar para llegar hasta arriba.

Castillo de Bran

Sigamos ahora con el Castillo de Bran, seguramente uno de los símbolos del país hoy en día. ¿Por qué? Porque se dice que fue este el castillo en el que se inspiró Stoker para describir la morada del protagonista de su novela. Su buen estado de conservación, así como el fomento de la leyenda de Drácula por parte del mismo gobierno rumano, hace que sea uno de los castillos más visitados del país. Igual que el Castillo de Peles.

Sea como sea, hoy el Castillo de Bran se ha convertido en uno de los símbolos del país. Mucha gente lo identifica con Vlad y el conde Drácula, pero, nada más lejos de la realidad. En ningún momento Vlad vivió en Bran sino que, como hemos visto, lo hizo en Poenari. Sin embargo, esto no quita que se trate de una visita interesante en el contexto de un viaje a Rumania.

Castillo de Bran
Castillo de Bran

Tumba de Vlad Tepes: El monasterio de Snagov

Hemos visto donde nació, donde vivió y para acabar, podemos visitar también donde descansan sus restos. A unos 40 kilómetros de Bucarest se encuentra el Lago Snagov así como un monasterio con el mismo nombre. Se trata de un monasterio muy vinculado a la nobleza de Valaquia y se cree que los restos de Vlad pueden encontrarse aquí. Digo se cree porque no hay consenso a nivel historiográfico de esto, aunque la afluencia de turismo se deba principalmente a esta creencia.

Lo cierto es que, además de la visita del monasterio, vale mucho la pena visitar la región, ya que se encuentra en un lugar idílico. Se trata de un paraje natural de lo más bonitos que hay en Rumania. Además, el monasterio se encuentra en una pequeña isla que hay en medio de lago, a la que se puede llegar con pequeñas embarcaciones. Una visita muy recomendable.

Con esta visita cerraríamos los puntos que compondrían una aproximación al Vlad histórico y también de la leyenda.

Os voy a dejar aquí un link sobre un viaje a Rumania que incluye todo lo que hemos hablado hoy:

Viaje a Rumania, tras los pasos de Drácula: LINK

Tened también encuentra que se trata en este caso de solo una propuesta. Trabajo siempre de manera personalizada y siempre les digo lo mismo a todos los viajeros: siempre se puede hacer las modificaciones que hagan falta. Si existe, se puede hacer.

Espero que os haya gustado. Como ya sabéis, en este blog de viajes siempre intentando que haya una mezcla sana entre historia, viajes y curiosidades. Como siempre, espero que os haya gustado. Un abrazo a todos y hasta la próxima.

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Alex Tomboix
Soy Alex Tomboix, asesor de viajes, mente inquieta y apasionado del mundo y sus gentes. En este blog de viajes encontraréis información de los países que visito y en los que organizo viajes.
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